Soy Gaietà, tengo 21 años. Soy universitario.
Hubo un momento que me di cuenta de que no estaba en paz con nada de lo que hacía y no veía el propósito de mi vida. Después de haber leído sobre filosofía oriental y no estar satisfecho, cogí el evangelio de Mateo.

Esto cambió mi vida. De repente, Jesús no era solo un sabio, sino alguien que amaba con divinidad y me invitaba a no tener miedo a nada, ni de la muerte.
Decidí ir al SAFOR. Nunca había conocido a ningún creyente, y el catolicismo no me atraía nada. En el SAFOR la gente no era estirada, me ayudaron mucho hablando conmigo y dejándome algún libro sobre la fe.
Unos meses después fuimos a la JMJ y fue muy alentador. Vi a jóvenes, imperfectos, que querían más que consumismo. Querían a Dios.
Ahora estoy haciendo catecismo para bautizarme. El futuro es lleno de dudas, pero tengo una tranquilidad de estar convencido de que vaya donde vaya, quiero reflejar la luz de Dios.