Era el primer domingo de marzo. La luz de la tarde se filtraba por las vidrieras de colores, y la altura de los pilares me empujaba a alzar la mirada. De repente, me vi inmersa en los cantos de un centenar de voces. ¡Algo grande estaba a punto de suceder en la Sagrada Familia! Se trataba de la celebración del Sent la Creu, en la cual, año tras año, los jóvenes de Barcelona somos invitados por el cardenal Juan José Omella a iniciar la Cuaresma juntos.
El cardenal Luis Antonio Tagle, presidente de Caritas Internationalis y prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, había venido desde Roma para acompañarnos. Nacido en Filipinas, el cardenal Tagle es también arzobispo emérito de Manila; por este motivo, durante el Sent la Creu rezamos especialmente por el pueblo filipino.
En aquel primer domingo de Cuaresma, todo giró alrededor de la Cruz de Jesús. En la homilía de la misa, el cardenal Tagle nos invitó a reflexionar sobre este misterio. Por otro lado, tuvimos entre nosotros una réplica de la primera cruz que hubo en Filipinas, hace ya quinientos años. También escuchamos a Ricardo Pareja, un joven que está sufriendo un cáncer, que nos explicó cómo se siente acompañado por Dios en la enfermedad.
Al final de la celebración, se nos dio a cada uno una pequeña cruz bendecida por el cardenal Omella. El cardenal Tagle recibió dos: ¡al volver a Roma, le daría una de nuestra parte al Papa Francisco!
Mireia Nafría
Joven de Safor Pompeu
Aquí tenéis más información sobre una conversación con el cardenal Tagle.
¡Aquí se encuentra la homilía del cardenal Tagle en el Sent la Creu de Filipines!
Testimonio de Ricard Pareja

































