Del 26 al 29 de junio, un grupo de jóvenes de diferentes realidades emprendieron camino hacia el santuario de Lourdes, en una peregrinación organizada por Església Jove Barcelona. Han estado cuatro días intensos llenos de fe, convivencia y servicio, que nadie olvidará fácilmente.

Desde el primer momento, el ambiente fue de alegría y hermandad. Al bus, entre risas y presentaciones, ya se notaba que estos días serían especiales. Al llegar a Lourdes, los jóvenes se adentraron de pleno en una experiencia comunitaria que combinaba plegaria, formación y voluntariado con las personas enfermas y grandes que también participaban del peregrinaje.
Entre los momentos más destacados hubo la Procesión de las Antorchas, la Celebración del Perdón y la Procesión del Santísimo a la iglesia subterránea. También hubo espacio para la música, la reflexión y, sobre todo, para acompañar los otros con el corazón y las manos abiertas.

Esta peregrinación no solo ha sido un viaje, sino un camino de fe compartido, una oportunidad para hacer familia y para descubrir como Dios se hace presente en la sencillez del servicio a los otros.
