Hola, mi nombre es Lara, desde siempre he sido una persona de pasármelo bien con mi familia y mis amigos. Aun así, tenía un hueco que no se llenaba con nada. En el instante que más lo necesitaba, Dios me tocó el corazón y sentí el Verdadero amor, el de mi Padre. Desde el primer abrir y cerrar de ojos, me cogió de la cara y me dio una caricia que se quedó sellada en mi alma.
Gracias a actividades como Connecta, aprendí a vivir en libertad. Esto me llevó a querer servir a mis hermanos y terminé siendo misionera del programa ADSUM.
Pero sobre todo empecé a buscar muchos más encuentros contigo.
Un tiempo después, mi director espiritual me convenció para ir a la JMJ. Me
quedo con una frase que dijo el papa:
«Si Dios te llama por tu nombre significa que para Dios ninguno de nosotros es sencillamente un número, un rostro, es una cara, es un corazón…
