El pasado 1 de marzo se dio el pistoletazo de salida de la presente edición del Life Teen European Training en el santuario de la Virgen de Montserrat. Un encuentro con catequistas, sacerdotes y religiosos de toda España y otras partes de Europa involucrados en la pastoral juvenil y con adolescentes.
Formación
Como también ha sucedido en las últimas ediciones, las sesiones de formación y los talleres han ayudado a todos los misioneros a aprender «tipos» para mejorar sus sesiones de Life Teen con los jóvenes y adolescentes de sus parroquias. Además, la posibilidad de compartir diferentes formas de hacer y puntos de vista con personas de lugares tan diversos ha sido muy enriquecedor.

Un gran impulso
Pero sobre todo, estos tres días de formación y compartir en comunidad han avivado en el corazón de todos los participantes el deseo de misión. Como dirían los propios adolescentes: ¡ha sido un «chute» de adrenalina! Asimismo, todos los que han participado de este encuentro se han sentido cuidados y acogidos, como se siente un niño en los brazos de su madre. Ahora ellos, de igual modo, se sienten impulsados a transmitir ese mismo amor y acogida a todos los jóvenes y adolescentes de sus parroquias y movimientos.

El centro es Cristo
Conviene resaltar que uno de los aspectos clave del misionero es que Jesús debe ser el centro de toda la misión. Por este motivo, Life Teen European Training ha tenido potentes momentos de adoración, alabanza y celebración de los sacramentos.

No estamos solos
Haciendo el símil con la Jornada Mundial de la Juventud, otro de los aspectos a valorar del European Training ha sido darse cuenta de que no estamos solos. En tantos lugares de Europa, Life Teen está siendo una herramienta de evangelización que está ayudando a tantos jóvenes y adolescentes a encontrarse con Jesucristo. Esto ha motivado y fortalecido a todos los catequistas y misioneros ha continuado con su labor de evangelización, confiando en el poder y el amor infinito de Dios.

Misioneros de Adsum
En particular, este encuentro ha sido muy enriquecedor para los 42 misioneros de Adsum de nuestra archidiócesis. Gracias a ella, se sienten más motivados e ilusionados por cuidar su relación personal con Jesús, trasladar lo aprendido a sus parroquias y cuidar mucho más a sus jóvenes y adolescentes.
