El pasado lunes 27 de mayo tuvo lugar la reunión informativa ADSUM en las oficinas de EJB. 60 jóvenes respondieron a la llamada a la misión del Cardenal Juan José Omella y el delegado de juventud mosén Carlos Bosch.
Los testimonios
El encuentro comenzó con el testimonio de mosén Joan Mundet, que recalcó la importancia de acoger a la juventud del barrio en la parroquia. De esta manera toda la comunidad parroquial se renueva y empapa de este ambiente juvenil. También compartió la importancia de formarse para poder después transmitir la fe a los jóvenes y acabó poniendo de manifiesto cómo había vivido la acción transformadora del Espíritu Santo en su parroquia.
Se siguió con el testimonio de María Carrasco, que ha sido misionera de Adsum durante este curso. María compartió cómo había crecido en su relación personal con Jesús a través de la oración, la práctica de los sacramentos y compartir la fe con la comunidad de la parroquia. También hizo énfasis en la responsabilidad que sentía frente a los jóvenes, pero confiando plenamente en que «Dios no elige a las capacidades, sino que capacita a los elegidos» (San Bernardino).
A continuación, el Cardenal Joan Josep Omella dio también testimonio a los jóvenes sobre su experiencia con su misión, como sacerdote, obispo y cardenal. Les recordó que todos los cristianos estamos llamados a la misión. Que dondequiera que Dios nos envíe, y en las circunstancias que sean, debemos estar 100% disponibles a servir al Señor, por amor.
¿Qué es ADSUM?
Más adelante, mosén Carlos Bosch explicó con más detalles en que consistía la misión Adsum, sobre todo para los jóvenes que asistían invitados por quienes ya habían sido misioneros durante el curso. Recalcó que la motivación de la misión es siempre el amor a Jesucristo, ya la Iglesia, y que la entrega libre de los misioneros produciría los frutos en los adolescentes y jóvenes que en definitiva serán quienes construirán la Iglesia y la sociedad del mañana.
Todo en manos de Dios
Luego llegó un esperado tiempo de oración, acompañado de cantos, donde se puso todos los frutos de la reunión a los pies de Jesús. Después todos los asistentes pudieron disfrutar de la cena mientras compartían entre ellos todo lo vivido.
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