Dar el paso
Cuando tenía 15 años, Susana era catequista de Primera Comunión en la parroquia de Urda (Toledo), su pueblo natal. Cantaba en el coro, estudiaba Gestión Administrativa, salía con su grupo de amigos como cualquier otro joven de su edad… Tenía todo lo que necesitaba, pero notaba que le faltaba algo.
La Hna. Susana García del Álamo es, desde hace 36 años, carmelita de San José, una congregación dedicada al cuidado de enfermos, ancianos y niños. Actualmente es superiora general y miembro de la junta de la URC.
¿Por qué se decidió por la comunidad de Carmelitas de San José?
El testimonio de las hermanas que había en el pueblo fue decisivo para cuestionarme por qué yo no podía ser como ellas, que dedicaban su vida a estar con niños, jóvenes, matrimonios, y a visitar ancianos y enfermos. Para mí, ir con ellas era sentirme realizada y feliz. Lo que me atrajo de ellas fue la alegría, su generosidad, su proximidad, que me abrieran las puertas y que me hicieran sentir en casa desde el primer momento.
¿Cómo vive el día a día?
Aparte de las tareas de la responsabilidad que me han confiado mis hermanas, acompaño un grupo de revisión de vida de ACO, colaboro con la URC, formo un grupo de acompañantes, el ritmo de la vida de comunidad … Antes daba clase en una de nuestras escuelas y acompañaba a grupos de jóvenes.
¿Qué le diría a una persona que está valorando dar el paso a entrar en la vida religiosa?
Que escuche en el silencio de su corazón lo que Jesús le pide, le ofrece y le regala; que se abra al Espíritu para que actúe y, sobre todo, que no tenga miedo, porque cuando Él se fija en alguien le da fuerza para responderle. Que se aventure a vivir en plenitud su vida desde Él, con Él y para Él y los demás.
Òscar Bardají i Martín