Aquí os dejamos una cata de que ha sido lo «Vive El verano»: diversión, amistad, natura, Cristo, conversas, testigos, servicio, deporte.
“Joven, levántate y sé testigo”: este es el lema del Peregrinaje Europeo de Jóvenes por el 2022 a Santiago de Compostela. El encuentro con Cristo nos hace salir y testimoniar, esto lo hemos experimentado este julio. Hemos podido ver como el Señor ha salido al encuentro de algunos adolescentes de Barcelona. Ya en el siglo III d. C., Tertuliano se dio cuenta que el eje del cristianismo era la carne. «caro salutis este crepo», porque es la puerta de entrada de la salvación. Ahora, siglos después, en una tierra secularizada e inmersa en un «cambio de época», la carne sigue siendo el camino.
Resumiendo, esta ha sido nuestra experiencia como educadores y monitores de las colonias de verano «Vive el verano», coordinadas por el Secretariado de Pastoral con Jóvenes del Arzobispado de Barcelona, el pasado mes de julio. Nosotros, monitores de varias realidades eclesiales, respondimos afirmativamente la petición del director del Secretariado, Mn. Carlos Bosch. Sin saber exactamente qué nos esperaba, en estas vacaciones y sin conocer los otros miembros del equipo, dijimos sí. Y nada más: a partir de aquí brotó todo.
El eje principal sobre el cual pivotaron las colonias y la propuesta no fue otra cosa que la relación personal entre nosotros, monitores, y la busca común de la presencia de Dios durante aquellos días. Ya desde el primer día, el Señor tuvo el inmenso regalo por cada cual de nosotros de ponerse en el centro de las colonias. Ya al viaje en tren, el deseo que fueran días de crecimiento personal y ocasión para profundizar en la fe era en nuestros corazones. Aquella misma noche, se hizo patente el don de la unidad de los convocados para estar con Él y servirlo en la atención y educación de los chicos. Fue un fenómeno acaparador, especialmente si se considera el hecho que eran unas vacaciones coordinadas sinodalmente por siete parroquias de diferentes barrios, estilos y ubicaciones de la archidiócesis.
Vive el Verano
En cierto modo, la semana de «Vivo el verano» se nos impuso ante los ojos como la implantación de un «hospital de campaña». Hemos constatado el azote de la fragilidad del adolescente; su herida intensa que reclamaba ser acogida, escuchada y mirada en su totalidad. Los monitores hemos intentado acogerlos tal como eran: escucharlos, divertirnos, disfrutar de la natura, corregirlos cuando era menester y salir a su encuentro acompañándolos en la necesidad de encontrar alguien que responda completamente sus preguntas. Aunque muchos no fueran conscientes.
Todo esto a través de la carne tocada y cambiada por el Señor para presentar y proponer la concreción y la belleza del cristianismo hoy. Una concreción que emergió con potencia y sorpresa en la puesta en común del último día, cuando nos acompañó paternalmente el obispo Toni *Vadell. Parte de los participantes testimonió valientemente heridas y un sufrimiento humano profundo. A la vez, como habían empezado a poder mirarse a sí mismos y a entender quién son y para que están hechos gracias al encuentro personal con el Señor, tal como testimonió un chico.
¡Días de felicidad y de descubrir que la Iglesia es un lugar donde todo el que es humano queda abrazado por la presencia del Señor!
Guillem Lisicic
Seminarista de la Archidiócesis de Barcelona
